El retail y la sostenibilidad: criterios de ESG

El retail y la sostenibilidad: criterios de ESG

La sostenibilidad cobra cada vez más importancia en el sector retail y ecommerce. En este artículo te contamos las claves de algunas de las leyes en torno a los criterios de ESG, como son la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular y la Ley 12/2013 de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.

Actualmente, la sostenibilidad es una preocupación que involucra a toda la sociedad, y el mundo del retail no ha quedado al margen de ello, siendo cada vez más las sociedades que componen este sector las que están adoptando  iniciativas para la aplicación de los criterios ESG, esto es, criterios para que la  empresa sea sostenible a través de un compromiso con el medio ambiente (Environmental), la sociedad (Social) y con el buen gobierno de la empresa (Governance) como parte fundamental de su estrategia comercial.

Los criterios ESG son útiles para medir el impacto de una empresa en la sociedad y en el medio ambiente, así como su capacidad para mantener un gobierno corporativo sólido. Se trata de estrategias que, cada vez más, adoptan internamente las empresas a fin de que, con la actividad que se desarrolla, con el objeto social de la mercantil, se impacte positivamente tanto a nivel social, como en el medio ambiente, y a la vez se consigan unos mayores beneficios internos a largo plazo.

Además, y cada vez en mayor medida, la aplicación de criterios ESG cuentan con mayor reputación y consideración por parte de los posibles inversores en una sociedad, entendiendo estos criterios como indicadores de éxito y sostenibilidad.

En un mundo donde cada vez hay más sensibilización medioambiental a la hora de consumir los diferentes productos y servicios que se ofrecen, está claro que el sector retail también tiene que adaptarse a estas nuevas exigencias de los consumidores.

El aplicar o no políticas ESG puede llegar a diferenciarte de los demás de forma positiva, haciendo aumentar el número de inversores, el aprovechamiento de oportunidades de mercado, incluso reducir riesgos financieros, a la par que tanto la sociedad como el medio ambiente se ven beneficiados.

La aplicación de estas políticas son una guía efectiva para cumplir con estas expectativas, al presentar tres dimensiones claves que abordan la eficiencia y la sostenibilidad:

  • Medio Ambiente: Está relacionado con el impacto de la empresa en el entorno natural. Incluye la gestión de recursos naturales, la reducción de emisiones de carbono, la eficiencia energética, la gestión de residuos y otros aspectos.
  • Social: Se refiere a cómo la empresa impacta en la sociedad en términos de relaciones laborales, derechos humanos, diversidad e inclusión, relaciones con la comunidad y las medidas relacionadas con el bienestar de las personas.
  • Gobernanza: Engloba la gestión y el gobierno de la empresa, abarcando temas como la transparencia, la ética, la gestión de riesgos o la toma de decisiones responsables.

¿Qué normativa existe en torno a los criterios ESG?

Conforme las empresas toman conciencia de la importancia que tiene que las mismas contribuyan a la sostenibilidad social y medioambiental del entorno al que pertenecen, se han dictado algunas normativas al respecto.  Entre ellas, destaca la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular.

El objeto y finalidad de esta ley, como se indica en la misma, es la regulación del régimen jurídico aplicable a la puesta en el mercado de productos en relación con el impacto en la gestión de sus residuos, así como el régimen jurídico de la prevención, producción y gestión de residuos, incluyendo el establecimiento de instrumentos económicos aplicables en este ámbito, y el régimen jurídico aplicable a los suelos contaminados.

Lo que se pretende, en suma, es la prevención y reducción de la generación de residuos, y del impacto negativo que ocasiona su generación y gestión. Todo ello, a fin de proteger la salud de los seres humanos, el medio ambiente, y llevar a cabo la transición a una economía baja en carbono, más eficiente y competitiva.

Las empresas del retail están buscando activamente alternativas más sostenibles, como la reducción de envases innecesarios y la promoción de reutilizables. Dicha situación no solo garantiza el cumplimiento de criterios ambientales, sino que también puede resultar un ahorro de costes significativo e incluso atraer a una clientela cada vez más consciente con el medio ambiente y que pretenda reducir su huella ecológica.

Otra normativa para resaltar es la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Esta legislación se enfoca en garantizar relaciones comerciales justas, transparentes y equilibradas entre los operadores que intervienen en la cadena de suministro de alimentos, así como conseguir el aumento o la mejora de empleo, favorecer la introducción de la innovación y las tecnologías de la información y comunicación en la cadena, lo que guarda una profunda relación con los criterios ESG, contribuyendo al bienestar de la sociedad en general.

Esta ley exige una mayor responsabilidad, lo que promulga una mayor transparencia en las relaciones comerciales, pues deben colaborar de manera justa y ética con los operadores de la cadena, de manera que aumente la eficacia y competitividad del sector. Por consiguiente, las empresas del retail pueden cumplir con criterios sociales y, al mismo tiempo, fortalecer relaciones a largo plazo en la cadena de suministro.

En resumen, los criterios ESG se han convertido en una parte integral de la estrategia del sector. Al adoptar prácticas sostenibles, las empresas no solo se benefician a sí mismas, sino que también contribuyen a una sociedad global más sostenible y justa.

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