Los mecanismos de alerta temprana son una de las novedades que presenta la Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del texto refundido de la Ley Concursal.
Esta nueva herramienta consiste en un mecanismo preventivo que tiene como objetivo principal detectar una situación de probabilidad de insolvencia, escenario en el que objetivamente es predecible que, si no se plantea un plan de reestructuración, la sociedad no podrá cumplir con normalidad con sus obligaciones que venzan en los dos próximos años.
En concreto, dichos mecanismos preventivos vienen regulados en la disposición adicional quinta, la disposición adicional séptima, la disposición final novena y la disposición final décima de la citada Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del texto refundido de la Ley Concursal.
Es fundamental que los administradores de las sociedades sean capaces de detectar a tiempo qué tipo de riesgos son importantes a tener en cuenta, como pueden ser:
- La tensión de tesorería, es decir, cuando la empresa no genera suficiente efectivo para cubrir sus gastos.
- El aumento excesivo de deuda, es decir, cuando se acude a la vía del crédito para poder financiar las deudas existentes.
- La disminución de las ventas y de los ingresos durante varios ejercicios consecutivos.
- Y, por último, evitar la excesiva morosidad de la compañía.
Además, es vital para la PYME tener una buena gestión financiera, así como una buena gestión de recobros una vez hayan saltado las alarmas. De la misma forma, es conveniente tener un plan de viabilidad sólido de cara a poder tener una posición favorable en un hipotético acuerdo de reestructuración con acreedores. Los jueces de lo mercantil en reiteradas ocasiones han avisado del peligro que conlleva ignorar estas alertas tempranas emitidas para evitar la insolvencia.
En España no existe ninguna regulación específica sobre cuáles son las alertas que pueden indicar que una empresa se encuentra en riesgo de insolvencia, sin embargo, a raíz de la entrada en vigor de la Directiva de la Unión Europea 2019/1023, La Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del texto refundido de la Ley Concursal, se ha establecido una serie de mecanismos que los empresarios deben seguir para poder detectar dichas alertas, además de indicar diversas soluciones que pueden ayudar a la empresa a combatir el riesgo de insolvencia.
La Directiva (UE) 2019/1023, en su artículo 3, establece que los estados miembros velarán para que el deudor tenga acceso a una o más herramientas de alerta temprana claras y transparentes, indicando que podrán incluir:
- Mecanismos de alerta en caso de que el deudor no haya efectuado determinados tipos de pagos.
- Servicios de asesoramiento prestados por organismos públicos o privados.
- Incentivos, con arreglo a la normativa nacional, para que los terceros que dispongan de información pertinente sobre el deudor, como contables, administraciones tributarias y de seguridad social, adviertan al deudor sobre cualquier evolución negativa.
En caso de que una PYME quiera conocer su situación financiera de cara a mantener una buena salud empresarial, existe una plataforma que ha sido habilitada por el Ministerio de Industria y Turismo, a través de la cual, cumplimentando un formulario con los datos económicos más relevantes de la compañía, se puede obtener en cuestión de minutos un informe final de resultados descargable con los consejos y recomendaciones básicas a tener en cuenta para una correcta gestión empresarial. Además, es importante que los administradores sociales tengan en cuenta que, este mecanismo preventivo no proporciona, en ningún caso, la solución definitiva a los problemas que pudieran existir, ni sustituye el análisis que pueda realizar un profesional especialista en este ámbito.
La importancia de identificar una situación de insolvencia a tiempo reside en que, de esta forma, las PYMES podrán tomar con antelación medidas de reestructuración destinadas a asegurar la viabilidad futura del negocio, y evitarán que la situación financiera se vuelva insostenible y tener que acudir a un concurso de acreedores. De esta manera, el no llegar a tal situación de insolvencia y el hecho de buscar mecanismos para solucionarla, ofrece una mayor confianza y seguridad a los acreedores.
Finalmente, desde el punto de vista concursal, las alertas tempranas son fundamentales para detectar a tiempo situaciones de insolvencia y evitar el colapso empresarial. Esto no solo protege a los acreedores, sino que también puede preservar el valor de la compañía, promoviendo una recuperación más eficiente. Son una herramienta clave para gestionar la salud financiera de la propia empresa y mejorar el proceso de reestructuración.