Es ampliamente conocido que las herencias pueden y suelen generar, más habitualmente de lo deseable, conflictos entre los familiares implicados que pueden incluso paralizar la tramitación de la herencia, sin que se pueda llevar a cabo el reparto y adjudicación de los bienes.
Si el difunto otorgó testamento, los conflictos pueden verse reducidos dependiendo del contenido del testamento. Es decir, si se contempla quiénes son los herederos y la repartición de bienes que se debe hacer entre los mismos, la aparición de conflicto se ve ampliamente reducida. Ahora bien, si el difunto no otorgó testamento o si bien otorgándolo, únicamente indicaba los herederos, sin efectuar un reparto de los bienes, sí pueden surgir mayores conflictos.
La mediación en la herencia
En estas situaciones conflictivas, la mediación es la vía más idónea para que los herederos se pongan de acuerdo en el reparto de la herencia, la valoración de los bienes y la adjudicación de estos a cada heredero. La vía judicial debería ser la última opción ya que sería un juez imparcial y sin vínculo alguno con la persona fallecida y sus herederos el que decida; siendo que la solución que adopte pueda no gustar a todos los herederos e incluso pueda generar más conflictos futuros.
Toda herencia implica un factor altamente emocional que los juzgados no tienen en cuenta y que la mediación sí, ya que un conflicto hereditario no sólo puede ser solventado con la repartición de los bienes de la herencia, sino que debe atenderse también a las necesidades emocionales de los herederos.
El mediador, con el uso de diferentes técnicas y herramientas, podrá resolver o mitigar el conflicto emocional de los herederos, creando así una atmosfera más propicia para alcanzar acuerdos y resolver el problema económico de la herencia.
Beneficios de la mediación en la herencia
A continuación, destacamos algunos de los beneficios de la mediación en conflictos hereditarios:
- Es un proceso más económico y rápido que el judicial.
- Se reducen los problemas que la vía judicial genera.
- Se obtienen soluciones/acuerdos más satisfactorios para los herederos.
- Favorece las relaciones interpersonales de los herederos/familiares, pacificando los problemas y rebajando la tensión emocional.
A fin de evitar conflictos entre los herederos, el testador en el propio testamento podrá incluir una cláusula de mediación que obligue a los herederos a acudir a una mediación en caso de conflicto.
Brevemente, las fases de una mediación de herencia son las siguientes:
- Reunión informativa inicial entre mediador/es e involucrados, en la que se informará sobre el proceso a seguir y las partes asumirán el compromiso de resolver el conflicto. Se fijará un calendario de próximas reuniones o sesiones, que podrán ser conjuntas o individuales, dependiendo de lo que los involucrados prefieran y lo que el mediador pueda considerar más apropiado para la resolución del conflicto.
- Sesiones de mediación que se corresponden con las acordadas en la reunión informativa inicial. En estas sesiones, con el compromiso previo de resolver el conflicto de la forma más amistosa posible, se buscarán pactos y acuerdos concretos atendiendo a la necesidades y situación emocional de cada uno de los involucrados.
- El proceso de mediación, si resulta exitoso, finalizará con un acuerdo de mediación que contendrá los pactos alcanzados por las partes en las diferentes sesiones de mediación. En caso de no alcanzarse un acuerdo, el mediador derivará a los involucrados a un abogado que será el que deberá continuar con el proceso en vía judicial al haber resultado imposible alcanzar un acuerdo amistoso.
Finalmente, cabe destacar que con el acuerdo que se alcance en mediación se deberá acudir al Notario, que realizará la escritura de partición y adjudicación de la herencia de conformidad con los pactos contenidos en el acuerdo de mediación.
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